¿QUÉ ES?
La identidad corporativa abarca las percepciones que los clientes tienen de tu marca en función de tus acciones, aspecto visual y trato con ellos. Básicamente, se trata de cómo los clientes relacionan productos, colores y elementos con tu empresa, creando una imagen positiva en sus mentes. Sin embargo, la identidad corporativa no se limita únicamente al aspecto visual, sino también a cómo funciona tu empresa y qué ofrece a las personas relacionadas con ella.
¿QUÉ INCLUYE?
La identidad visual de tu empresa está compuesta por varias partes:
- Logotipo: Es un dibujo o símbolo que representa los valores fundamentales de tu empresa. Es recomendable que sea simple y fácilmente reconocible por tus clientes, además de estar relacionado con lo que ofreces.
- Paleta de colores: No se trata solo del color del logotipo, sino también de los colores y tonos utilizados en todos los materiales de tu empresa. Es esencial que todos estos materiales respeten las especificaciones de colores, ya que una variación constante dificulta que el público identifique la identidad visual de tu marca.
- Tipografía: Se refiere a las fuentes que se utilizarán. Lo más común es elegir una fuente clara que pueda ser utilizada en materiales impresos y digitales, en diferentes colores, etc. Algunas empresas optan por tener más de una fuente en caso de que la primera no esté disponible, especialmente en sitios web.
¿PARA QUIÉN ES?
Siempre debes tener en cuenta a tu público objetivo, es decir, a las personas a las que deseas llegar. Adecuar tu identidad corporativa a tu público objetivo influye en la coherencia del mensaje y en la construcción de una reputación sólida.
¿QUÉ LE DECIMOS?
El mensaje y el tono de comunicación son elementos finales que conforman la identidad corporativa. El mensaje debe estar en línea con la visión, misión y valores de tu empresa.
¿CÓMO LO DECIMOS?
El lenguaje que utilices es crucial, ya que se aplica no solo a los materiales publicitarios, sino a toda la comunicación empresarial. Es importante que el lenguaje sea consistente con el mensaje y se adapte a las características de tu público objetivo.
EN CONCLUSIÓN
Es comprensible que puedas pensar que la identidad corporativa se reduce a un logotipo y a la identidad visual. Sin embargo, estos son solo una pequeña parte de los muchos elementos que conforman la identidad corporativa. Todo lo mencionado anteriormente, por supuesto, también se aplica a tu sitio web, ya que forma parte integral de tu empresa y debe estar alineado con tu imagen corporativa.